Apostar por una mujer en la carrera hacia la presidencia es como invertir en un caballo cojo. Hagamos pruebas en los laboratorios del extrarradio, donde equivocarse no supondría un desastre mayor: alcaldesas y presidentas autonómicas como cobayas, como pruebas necesarias para ir sobre seguro, para demostrar que el liderazgo de una mujer no tiene efectos…