Decía un filósofo español muy leído en bachillerato, que cada persona está determinada por sus circunstancias. Si un lobo se declarase vegetariano, pocas ovejas lo creerían. Al final, lo más probable es que acabara influenciado por la manada, y volviera a cambiar las lechugas por chuletas. En parte deprimido, en parte por necesidad. Algo así le…